NO TE VAYAS
MODALIDAD DIÁLOGO
Planteamiento:
* A se va del lugar que comparte con B.
* B trata de impedirlo.
Determinar:
* ¿Cuáles son los motivos de A para partir?
* Aún cuando B intenta a toda costa impedirlo, ¿en qué se beneficia con la partida de A?
* A se va, o no se va.
Circunstancias:
* Están en un espacio inusual (no necesariamente el que quiere abandonar A).
* El tiempo se acaba. Sensación de premura.
Desarrollo:
*
La tensión va creciendo hacia un final que parece derivará en
violencia, pero un nuevo elemento (accidente, intromisión no física de
un tercero, evento en la extra escena, etc.) neutraliza la misma.
QUIERO QUE LO HAGAS
MODALIDAD ACOTACIÓN
A: ¿Qué haces aquí?
B: Te estoy esperando. Necesito hablar contigo. No te vayas, por favor. Espérame.
A: Creo que quedó claro que tú y yo ya no tenemos nada más qué decirnos.
B: Esa es tu opinión. Déjame explicarte. Necesito que me des una oportunidad. Por favor.
A: ¿Para qué? El hecho es que a ti las cosas no te importan lo mismo…
B: ¿Lo mismo que a ti?
A: Basta. No tengo por qué seguir discutiendo contigo. Dame permiso.
B: Está bien. Vete. Tíralo todo a la basura.
A: No me culpes a mí.
B: Ponte en mi lugar. Entiéndeme. Lo que me pides es… demasiado.
A: ¿Demasiado? ¿Tú te has puesto en mi lugar? ¿Te puedes imaginar lo importante que es para mí?
B: No, seguramente no. Pero necesito que me entiendas.
A: No hay nada que entender. Si no puedes hacerlo…
B: Pídeme otra cosa. Cualquier otra cosa. Lo que sea.
A: Ya sabes lo que quiero.
B: ¿Qué? ¿Qué es lo que quieres?
A: Quiero que lo hagas.
B: Pues lo siento. Lo siento mucho.
A: ¿Entonces no?
B: No. Definitivamente.
A: Piénsalo bien. Hazlo por mí. Piensa en nosotros. No lo tires tú a la basura. Por favor.
DIÁLOGO GRADO 0
MODALIDAD: ACOTACIÓN
Introducción:
Hay
que repensar la naturaleza del texto teatral y recordar que comporta un
doble registro: el de los diálogos o réplicas y el de las acotaciones o
el discurso de lo indecible, susceptible de ser traducido escénicamente
por imagen, acción, convención, etc., con emisores y receptores
distintos.
Discurso de los diálogos:
Emisor = el personaje
Receptor = el personaje (el lector y/o espectador)
Los
diálogos son los enunciados repartidos por el autor entre los distintos
locutores que configuran las situaciones de la acción.
Discurso de las acotaciones:
Emisor = el autor
Receptor = los realizadores y/o lectores
Las
acotaciones son las instrucciones del autor a los realizadores,
concernientes a las condiciones de enunciación. Hay textos con
indicaciones grado cero (sin acotaciones) y otros con réplica grado cero
(sin diálogo). ¿Qué significa la opción extrema de réplica grado cero?
Renuncia a la palabra y privilegio de otros lenguajes (acciones físicas,
efectos sonoros, lumínicos, etc.). Por otro lado, la renuncia a las
acotaciones puede obedecer a un desafío a la libertad de los
realizadores, o una apertura de posibilidades. También puede significar
una total subordinación del texto a las matrices de la representación
(un sistema de convenciones, un espacio escénico, un tipo de complicidad
con el público dado o preexistente).
Argumentación:
Se
trata de realizar un breve relato dramático sin palabras, sin la
necesidad de la palabra. El discurso acotacional o de didascalias es la
única herramienta con la que se cuenta. Pero no para relatar de manera
puntual y esquemática una secuencia de acciones entre dos personajes que
evitan el diálogo en una situación donde evidentemente hará falta ese
diálogo.
Plantea, en todo caso, el valor de la palabra en
sentido inverso. Es decir: desde la no palabra y su inminencia la
construcción de lo dramático. Excluyamos, por favor, de nuestras cabezas
a la
pantomima porque nada es más ajeno a este ejercicio. Se trata de otra cosa:
* De lo indecible
* De la dificultad de decir
* De la imposibilidad de la palabra
* De su inútil presencia
* De su dolorosa ausencia
Acostumbramos
concebir el teatro como el arte de la palabra, del verbo, del diálogo.
El ejercicio Diálogo grado 0 implica, pues, la carencia del mismo. Es
una exploración en ese instrumento poderoso que resulta del silencio.
José Sanchis Sinisterra lo entiende como “lenguaje, antes que nada,
lenguaje transformador. En el silencio está lo otro, todo lo demás que
no está en el diálogo. El silencio, cuando es signo, crea complejidad.
El silencio es, entonces, causa y efecto”. Luis de Tavira afirma que “no
guardamos silencio: somos silencio. Irrumpimos desde el silencio hacia
la palabra, tal y como irrumpimos desde la inmovilidad al movimiento. El
silencio es el fulgor que precede a la palabra. Lejos de ser un vacío
del habla, es una tormenta espiritual irresistible”.
Planteamiento:
* Dos personajes (definir su sexo, edad, etc.) se encuentran en un espacio X (definirlo).
*
Hacer evidente, a partir de la habitación el espacio –del juego
expresivo de sus gestos- y de tareas físicas mínimas, el estado anímico
de ambos y su historia -en tanto relación-.
* Evidenciar aquello que les impide comunicarse verbalmente. No es que no puedan hablar:
¡no caben las palabras en esa situación!
lunes, 3 de febrero de 2014
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